Iniciar la mañana con un estado de ánimo negativo puede “oscurecer” tu día más de lo que te imaginas, deteriorando tu bienestar y desempeño laboral. 

No es lo mismo empezar bien el día, con tiempo, tomando un buen desayuno, que corriendo de acá para allá, medio comiendo algo mientras te vistes. O si antes de iniciar la jornada laboral, tuviste que perder tiempo valioso en el tráfico o en teletrabajo, que tengas que abrir el día peleando con la compañía distribuidora de internet porque no te funciona ¿Te ha sucedido?

“Hay días que siento que voy a romper un récord mundial y otros con ganas de irme a  dormir para que el día se acabe”

MónICA, GERENTE DE IT

Esa frase fue lo primero que escuché de Mónica cuando la conocí, llegó a tomar coaching conmigo, advertía que cada día rendía menos ¿Qué hacía a Mónica sentir así? ¿Era posible equilibrar más su energía?, estuvimos trabajando juntas por varios meses y en estas lineas te contaré como logró identificar como la negatividad que la rodeaba era la fuente de sus cambios de humor, desánimo y disminución de desempeño laboral.

Estudios de Rothbard y Wilk (2011) mostraron como el estado de ánimo en el trabajo se relaciona con el rendimiento, los colaboradores que iniciaban el día tranquilos o felices podían continuar así todo el día y “la interacción con clientes tendía a mejorar su estado de ánimo”. Pero las personas que que iniciaron con un día “gris”, como descrito en el parrafo anterior, se mantuvieron así y al final del día se sentieron peor, aunque hayan interactuado con personas positivas durante el día.

Lo más sorprende del estudio fue que personas que iniciaban el día con “un mal día”, al interactuar con clientes de mal humor, tendían a mejorarlo un poco, quizás porque mirando desde la perspectiva del cliente, quizás sus vidas no eran tan terribles, como lo habían sentido.

El mismo estudio reveló que los colaboradores con ánimo negativo, tendieron a tomar descansos más frecuentes en sus tareas, pudiendo llegar al final del estudio a un 10% de perdida de productividad. Necesitaban ese tiempo para descansar y poder hacer frente al estrés que sentían.

Presionar el boton de Re-start

“Cada vez que mi computadora no funciona, la reinicio, pero a mi no me sucede lo  mismo Paula”, me dijo Carlos en una sesión de coaching, se sentía desgastado.  Ese día luego de muchas preguntas se dió cuenta como le afectaba iniciar la mañana discutiendo con su hijo adolescente. 

Luego hablamos del impacto de los días difíciles en sus colaboradores en su jornada laboral ¿Podría de alguna manera ayudarlos? ¿Cómo podría ser un mejor líder? Decidió impactar positivamente en ellos, tenía una mentalidad de aprendizaje y diseñamos un plan de acción.

Mónica y Carlos de forma separada, producto de su propia reflexión mediante preguntas poderosasllegaron a conclusiones parecidas, el día se veía profundamene influenciado según la forma que iniciaba. Una mala mañana, era sinónimo de un día agotador y negativo. Y ni hablar si habían dormido mal. 

Ambos se comprometieron a casi las mismas tareas, cada mañana enviarían un mail a sus colaboradores, con mensaje positivo para impulsar el día, no sólo recalcando lo que no habían hecho bien.

Se comprometieron a respetar un plan de alimentación durante el día, para tomar mejores decisiones. Este punto, es fundamental, al igual que beber agua, ya que se utiliza mucha energía al usar las áreas más evolucionas del cerebro como es el cortex prefrontal. 

El cortex prefrontal está encargado de las capacidades elevadas como las funciones ejecutivas  de planificar, ejecutar, organizar de procesos, de la flexibilidad entre otras y también de las funciones cognitivas como atención selectiva, razonamiento, memoria y lenguaje.

Estimularon a su equipo a respetar los horarios de comida y nunca iniciar la jornada laboral sin tomar desayuno. ¿Respetas los tuyos?

Otro de sus acuerdos fue celebrar los logros en conjunto a su equipo, por medio de alguna actividad simbólica, como al inicio de las reuniones mencionarlo y estimular al resto a lograrlo.

Carlos reflexionó, como una práctica que parecía inofensiva y casi le daba orgullo de si, tenía una repercusión negativa en su equipo. En las noches como le costaba quedarse dormido, decidía mandar todos los mails que no había mandado en el día, haciendo las mañanas del resto desagradable.

No mandaría cientos de mails en la noche, sino los programó para que llegaran unos 20 minutos después del inicio de la jornada laboral, para no hacer más dificil el inicio de todos. Entendió que no se trataba solamente de enviarlos, sino de que las personas los tomaran de buena forma, con el estado animo adecuado,  para iniciar la ejecución en las distintas tareas que ellos implicaba.

Al mismo tiempo se dió cuenta lo necesario de tomar un descanso al llegar a la oficina. Te estarás preguntado, pero ¿Cómo si está inciando el día?, las rutinas familiares al desayuno, más el tráfico, contestar llamadas mientras conducía, lo hacía llegar de mal humor, “iniciar el día con el pie izquierdo” 

Pero, cuando se detuvo a observarse lo notó rápidamente. Lo conversamos en una sesión y se permitió tomar 10 minutos de descanso al llegar a la oficina, donde desconectaba su celular, escuchaba una lista de Spotify de violín. Cargaba rápidamente baterias. 

Después de probarlo un par de semanas, lo conversó con su equipo y todos acordaron llegar 15 minutos antes, para poder descansar y así iniciar con el estado de ánimo adecuado para enfrentar la jornada laboral. Disminuyeron los conflictos, mejoró el clima de la oficina y sobre todo  se sintieron más productivos, procrastinaron menos, el estrés es también una fuente de posponer las tareas importantes para hacer las no importantes pero que te dan placer, como mira tu celular.

Mónica instauró la rutina de sonreír un minuto antes de cruzar la puerta de entrada de la empresa, aunque no tuviera ganas de hacerlo. Es una excelente práctica ya que el cerebro no reconoce si realmente estás feliz o no, al realizar la mueca de la risa en tu cara, se liberan distintos neurotransmisores, sustancias que viajan entre neurona a neurona promoviendo un estado de bienestar. Incluso hacerlo varias veces al día da resultados increíbles.

Los dos reconocieron como la negatividad estaba en sus vidas por todos lados, las noticias, las redes sociales, conversaciones que tenían con amigos “está mala la cosa”. A veces no había ni iniciado el día y el pesismo reinante les generaba ansiedad.

Efectos tóxicos de la negatividad

“La negatividad tiene efectos tóxicos”, escribe Christina Porath docente de management de la universidad de George town en su libro “Mastering Civility: a manifesto for the workplace”.

Relata como sus estudios han demostrado que frente a la negatividad, la rudeza, o la groseria, las personas se ven afectadas en su memoria de trabajo y en una disminución del rendimiento, ya que se afecta la capacidad para procesar y recuperar la información.

Incluso se ve afectada la comunicación, ya que se cierran, se pierde el deseo de ser útil a los demás y todo esto puede disparar pensamientos disfuncionales y agresivos.

Crea tu plan de acción

En su libro además recomienda las siguiente prácticas para que las personas experimenten sensación de vitalidad en vez de sentirse agotadas y falta de confianza en si mismos.

  • Evita la negatividad de las noticias y redes sociales, mantente informado, pero que no sea lo que te alimenta todo el día
  • No caigas en el lenguaje negativo, ya que es muy poderoso. No es lo mismo decir “odio el inverno”, que “prefiero el verano”
  • Concentrate en lo que puedes controlar, lo que no, que no se vuelva en alimento para una mente hipercríticase proactiv@, ocupate de lo que si puedes hacer y en tus siguientes pasos, no en buscar culpables o caer en sobre análisis.
  • Administra bien tu energía puede aumentar tu resistencia frente a la negatividad. Identifica los ladrones de energía que no te dejan avanzar, aquellas tareas que no tienen que ver con tus metas y te dejan agotad@. 

Idealmente saca los ladrones de energía de tu vida, sino puedes, deja esas tareas para las franjas horarias que tienes menos energía.

En los horarios que estás con mayor energía realiza las tareas que son importantes para cumplir tus metas y más aún si son las más difíciles.

Recuerda todas las personas tienen diferentes niveles de energía y franjas horarias de ellas durante el día, no te compares, sino aprovecha la tuya al máximo.

Si crees que éste artículo puede ayudar a más personas a entenderse, a mejorar su estado de animo, su liderazgo y motivación, a comprender algunas situaciones en su equipo o las personas que están a su alrededor, te invito a compartirlo.

Genial si me puedes dejar un comentario, este post ha sido fruto de la inspiración de algunos que recibí. Así este espacio que vuelve unos minutos de lectura de valor para ti

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Muchas gracias

Paula