Cambiar, a pesar de sus beneficios, puede ser difícil lograrlo, sin considerar acciones que ayuden a disminuir la resistencia natural a ello por el cerebro.

Los seres humanos buscamos ser fieles a nosotros mismos y actuar con lo que creemos y valoramos, somos maquinas de fabricación de significados. “Nuestros cerebros crean coherencia uniendo nuestra experiencia interna y lo que observamos en nuestro entorno, a través de un un proceso de narración que explica por qué nosotros y otros hacemos lo que hacemos” (Valcour y McNulty, 2018).

Vivimos la vida, muchas veces de manera no consciente, repitiendo historias, que se convierten en el guión de vida, que marcan las rutinas que se hacen día a dia. Pero, a veces, ese guión ya no te hace feliz, quedó obsoletó o el ambiente es otro empujándote a cambiar.

Durante mis años como coach me he encontrado con muchas personas que pudieron lograrlo, construir un nuevo guión, con pequeñas acciones diarias que las llevaron al cambio, construyeron habitos que lo apoyaron. Otras, las menos debo decir, se vencieron en el camino, pensando que sus historias eran verdades inmutables “así soy y no voy cambiar”.

Éste último grupo, simplemente se resistía al cambio, sus historias guiaron su comportamiento y decisiones. Algunos estaban demasiado asustad@s, otros solo necesitaron más tiempo para seguir haciendolo. Para la gran mayoría, aunque no se sentían del todo satisfech@s con su trabajo o forma de enfrentar algunas situaciones, era lo que conocían y seguir siendo igual, les producía estar en una zona de confort, en un mundo conocido que podían controlar de alguna manera.

Inicia con una reflexión

Si quieres conseguir nuevos objetivos, un nuevo cargo en tu empresa, empezar un nuevo negocio, iniciar estudios en un área que te interesa. Quizás puedes preguntarte:

  • ¿Qué de lo que hago ahora me puede servir para lo que quiero lograr?,
  • Pero, también te invito a reflexionar sobre ¿Qué de lo que hago, de la forma que me comporto ya no me sirve para mis objetivos? (Ojalá pudieras anotar estas respuestas y luego ir repensando sobre ellas a través de los días).

Si concluiste que para lograr tu nuevo objetivo debes cambiar, aunque las razones sean muy racionales de los beneficios de hacerlo, inmediatamente en tu cerebro se libera una señal de amenaza. 

Lo que se necesita para cambiar

Cambiar es energéticamente caro para el cerebro y como su principal función es manternerte viv@, sobrevivir y ser eficiente energéticamente, trata de prevenirte de hacerlo, enviandote diferentes mensajes que terminan como pensamientos en tu mente … ¿por qué ahora vas a cambiar? ¿Si no estoy tan mal…? ¿si siempre las cosas las hice así para que hacerlas diferentes ahora? ¿y si me va mal? 

Para crear patrones distintos de conductas, nuevos comportamientos,  deben crearse nuevas redes neuronales que lo soporten, o no hay cambio real y se vuelve a lo mismo. Necesitas una transformación de tu sistema nervioso central, por eso puede tomar más tiempo del que piensas y no 21 días como puedes leer en algunos artículos. 

Incorporar un nuevo habito puedo tomar entre 18 a 284 días, promedio 66 días

(Lally at al, 2010)

Significa que cambiar no pasa de la noche la mañana. A veces las personas desisten sólo por falta de información, si al día 22 no lograron algo creen que no lo harán. Además mientras mas arraigado sea el habito más costará eliminarlo.

Este órgano súper poderoso y aún con misterios que develar, el cerebro, consume el 20% de la energía disponible para tu cuerpo (Swaminathan, 2008). Además de necesitar un quinto del oxigeno que respiras (Foer, 2012). A pesar de sólo pesar el 2 por ciento del total de tu cuerpo, sus requerimientos son altos, por eso trata de ahorrar energía, para poder responder a las situaciones que considera de mayor peligro para tu sobrevivencia.

Si intentas hacer algo distinto, como iniciar una dieta, un nuevo plan de ejercicio o cambios en tu manera de pensar o trabajar, se envían potentes mensajes de que algo no funciona y disminuye la capacidad de pensar, cambiar es estresante e incómodo. Esta es una de las razones, porque a pesar de que la mayoría conoce los beneficios de hacer deporte, solo unos pocos lo practican. O porque cualquier plan de mejoras en una organización tiene un fuerte rechazo. Es un tema de sobrevivencia y es peor aún si ya hay un ambiente con mucho estrés.

La neurociencia revela que el cerebro consume la mayor parte de su energía en sistemas de mantenimiento automático en lugar de en funciones ejecutivas de cognición superior. El cerebro consume casi el 90 por ciento de su energía en un estado de calma, cuando a las personas no se les pide que piensen demasiado (Nikolaos y Alexandros, 2016).

Varias de las actividades rutinarias, como lavarse los dientes, tomar el ascensor, caminar a tomar el transporte público, se hacen de manera automática. Incluso manejar, a veces se arriba a los lugares sin saber qué camino se tomó, cómo se llegó ahí, los movimientos son mecánicos, no se está siendo consciente de las acciones. Esto es así, porque estas tareas habituales se alojan en una zona llamada ganglios basales, así se libera a la zona pre frontal, que es limitada en su memoria de trabajo (Nikolaos y Alexandros, 2016).

La zona pre frontal es vital para el análisis y toma de decisiones. Se cansa fácilmente y guarda, al mismo tiempo, una cantidad de información limitada. De ahí la orientación del cerebro para siempre cuidarla, ser un robot autónomo, es una cosa de sobrevivencia. Estudios sugieren que hasta el 45 de nuestras acciones diarias se repiten en el mismo lugar casi todos los días (Neal et al, 2006).

Consejos para cambiar

Nuestro cerebro es plástico, lo que significa que tiene la capacidad de reconectarse, creando nuevas sinapsis entre sus neuronas en función de lo que sucede dentro y fuera de nosotros. Nuestra comprensión de la neuroplasticidad, como se llama esta capacidad, es lo que nos permite cambiar, transformarnos, adaptarnos, desarrollar nuevas conexiones entre neuronas o degradar las existentes.

La neuroplasticidad positiva es la creación de nuevos caminos neuronales que construyen un habito que te puede ayudar en el cambio. Por ejemplo, si deseas aprender sobre un tema que te ayudará a un emprendimiento pero, no disfrutas leer. Puedes proponerte leer 10 paginas diarias. Inicia paso a paso, no te coloques metas muy altas.  Recuerda que necesitas que tu sistema nervioso de transforme.

Entonces piensa, ¿te estimula esta tarea? ¿De 1 a 10 cuanto te estímula hacerla?, tareas que no te dan ganas de realizarla, o sea, estan de 5 para abajo lo más probable que no las ejecutes. Por lo tanto, te sugiero que inicies este ejercio con aquellas que gusten más.

Luego escribe a que hora vas a realizar esta tarea, pon una alarma en tu celular que te lo recuerde y lleva un registro diario de como vas realizandolo.  Si un día no la haces, escribe la razón de por que no lo hiciste. 

Estos registros son muy importantes. Ya permiten ir llevando un control personal de tu compromiso y poder descubrir la posible causa que no estas cumpliendo con ese habito que te va ayudar como soporte para tu cambio.

A veces las personas se comprometen a metas poco realistas, sin una planificación adecuada a sus tiempo y actividades. Si después de una semana te das cuenta que no estás cumpliendo con lo que te propusiste, quizás debas bajar la cantidad de hojas de lectura, en el caso del ejemplo o colocarlo en otro horarios o días. Evita procrastinar.

Sino analizas no podrás entender porque no estas logrando lo que deseas, recuerda que tu cerebro en realidad tiene una pequeña parte de su energía disponible para dedicarla a tareas complejas y cognitivamente exigentes, como administrar una reunión de fin de año, debatir los últimos detalles de un plan de negocios. Cambiar es exigente energéticamente, entonces, no puedes tener muchos frentes que gasten energía, es importante tu autocuidado, descanso y dormir. Sino es más problable que no logres lo que deseas. 

No te compares con nadie, estable tus propias metas en base a tu deseo de cambiar y  lo apoyaras en habitos, es importante la motivación, intención, emoción y pensamientos orientados al cambio, mucha fuerza de voluntad. 

Genial si me puedes dejar un comentario, este post ha sido fruto de la inspiración de algunos que recibí. Así este espacio que vuelve unos minutos de lectura de valor para ti

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Paula