Ser líder de un equipo, no es un trabajo fácil, ni para el líder ni para el equipo. Muchas veces, se pierde tiempo y energía en conflictos innecesarios

Ser líder de un equipo, no es un trabajo fácil, ni para el líder ni para el equipo. Muchas veces, se pierde tiempo y energía en conflictos innecesarios. Tener un real conocimiento de las personas y aplicar estrategias adecuadas, podrían evitar muchos malos entendidos y momentos de rechazo.

El rechazo emocional es tan o más fuerte que el rechazo físico. Las personas “caminamos” hacia las recompensas y nos alejamos de las amenazas, por lo tanto, si vives malos momentos en reuniones, video llamadas, conversaciones por teléfono con tus colaboradores, las evitarás incluso procrastinando.

Lo que se recuerda y lo que se olvida

El aprendizaje implícito, es aquel que activa fuertemente las emociones, por lo tanto, es difícil de olvidar y fácil de recordar. Por ejemplo, si un líder se irrita constantemente en las reuniones o parece no escuchar, sus colaboradores aprenderán, producto de la experiencia no agradable que han vivido, que es mejor no hablarle, pensarán dos veces antes de compartir una información. Lo vivido tiene una fuerte influencia en la memoria de contexto.

Por otro lado, ese jefe que ha cursado muchos cursos de liderazgo, comunicación efectiva, gestión de estrés, inteligencia emocional, olvidó en las reuniones con su equipo el aprendizaje explicito-cognitivo, de todas esas horas invertidas, porque es una actividad fácil de olvidar y difícil de recordar, sino se sigue trabajando en ellas. Teoría con poca práctica.

El líder, pensará que las personas que trabajan con él no están alineadas, no lo escuchan, reconoce que es cierto que a veces no saluda, se enoja, pero “como no hacerlo si no hacen lo que debieran hacer” , ésto le afecta fuertemente en los resultados y objetivos que tienen que cumplir.

Una misma situación puede ser vista de tantas maneras como las personas involucradas, las diferentes mentalidades son los lentes con que se analiza las situaciones que se vive.

Cambiar implica una transformación del sistema nervioso de las personas, incorporar un nuevo hábito puedo tomar entre 10 a 284 días. 

Entonces, no es que las personas no quieran mejorar, sino muchas veces no saben como hacerlo, porque no tienen un conocimiento cómo funcionamos como seres humanos, de las predominancias de aprendizaje, estilos de comportamientos, mentalidades, estilos de pensamientos, motivadores, entre otros. Un test de inteligencias múltiples te puede servir a saber más de ti aquí en que áreas las tareas te es más fácil y en cuales necesitas más tiempo o mas esfuerzo para realizarlas.

Lo nuevo un desafío cognitivo

Los nuevos conocimientos producen un desafío cognitivo, se enfrenta a un escenario de inseguridad, se puede producir rechazo, confusión y muchas veces miedo, sobre todo si son muy opuestos a los conocimientos previos que están en la memoria que conforman la zona de seguridad de las personas.

El nuevo aprendizaje se produce fuera de la zona de seguridad, de las memorias previas acumuladas, pero dentro de la zona de transición. O sea, es un desafío que la persona puede enfrentar y le estimula hacerlo. ¡Ojo! Si es algo muy fácil rápidamente se pierde el interés y la atención

Si es muy difícil, más allá de lo que el líder pueda manejar, esta experiencia fallida será en su memoria como un timbre fosforescente, haciéndole recordar la próxima vez que lo intente, está vez que no lo logró, dificultando su conclusión.

De ahí la importancia que el proceso de enseñanza-aprendizaje en las empresas tenga el símil de una escalera, donde se vaya construyendo paso a paso, según un plan de desarrollo organizacional alineado a los objetivos estratégicos. 

El avance y los estímulos constantes van generando los procesos de transformación, se pasa del conocimiento, a la habilidad y de ahí a la conducta, o sea se ha desarrollado la competencia en los líderes y colaboradores. Cuando no sólo se sabe sino la actitud lo evidencia.

Las emociones son como un elefante y el área cognitiva, la más racional es como un jinete sobre el elefante. ¿Si el elefante corre asustado que tanto puede hacer el jinete novato para detenerlo? 

Sin embargo, un conductor entrenado sabe estrategias para lograrlo, pudiendo tener mejores resultados. El elefante correrá igual, no se puede evitar sentir, pero el jinete entrenado puede decidir la mejor estrategia para dirigir al elefante y no dejarlo libre corriendo desbocado, destruyendo lo que se le pone enfrente. 

¿Cuántas veces tu reacción ha producido más daño que la propia situación?

Las emociones y su influencia

Las emociones, están diseñadas para protegernos, según Chip Conley (2012) y son los vehículos para transformar o mover cosas en tu vida. Muchas veces se confunde los términos emoción y los pensamientos, pero son distintos.  

Los pensamientos incluyen a la emoción, es la racionalización, lo que estás sintiendo pasa por el córtex pre-frontal, el área del cerebro de funciones más elevadas y se analiza. Se compara con una experiencia previa y poder así sacar conclusiones y en la toma de decisiones.

El neuroliderazgo aporta en la toma de decisiones, gestión de emociones y estrés entre otras. Sus principales herramientas es la estimulación de la neuroplasticidad y el Neuroaprendizaje.

La neuroplasticidad permite aprender, modificar tu comportamiento, incluir nuevos pensamientos y adaptarte a los nuevos contextos laborales. 

El Neuroaprendizaje explica como funciona el cerebro en los procesos de aprendizaje, es una disciplina que reúne la psicología, la pedagogía y la neurociencia. Recuerda que estás también aprendiendo en las organizaciones y no sólo en un aula de clases.

La forma de detener la rueda de hámster del sin fin de conflictos, falta de entendimiento de líderes, equipos y áreas, pasa por el primer paso, creer que las personas pueden aprender y mejorar. 

¿Qué estrategias aplicas cómo líder?

He escuchado a muchos clientes decirme, “las personas no cambian”, “no aprenden”. Y les respondo con las siguientes preguntas y te invito a que las contestes tú también, es el primer paso, pensar cómo se está haciendo para entonces cambiar la situación creando un nuevo camino de acción.

  • ¿Qué estas haciendo?
  • ¿Cómo lo haces?
  • ¿Cuándo lo realizas?
  • ¿Cuál es tu plan para para generar los cambios que deseas?
  • ¿Qué seguimiento le haces?
  • ¿Cómo y cada cuánto le entregas feedback a tus colaboradores?

A veces se tiene altas expectativas de instancias aisladas, además es importante mapear a tu equipo, conocer cuál es su mentalidad en relación con el aprendizaje.

Acá abajo te dejo un test que puedes realizar de forma gratuita para saber si tienes una mentalidad abierta al aprendizaje, sino la tienes, o los integrantes de tu equipo, no te preocupes que eso también se puede cambiar si lo deseas y trabajas en ellos. Un buen punto de inicio es aumentar el autoconocimiento, ¿Te animas a realizarlo?. Puedes encontrarlo en los comentarios también

Te invito a compartir este post si crees que puede ser útil para que más lideres y sus equipos, generen cambios necesarios para aumentar su bienestar diario. Y genial si me dejas un comentario.

Gracias

Paula